Una nueva edición del Taller de lectura de clásicos nos trajo uno de los Textos de sabiduría egipcios: Las enseñanzas de Ptahhotep. Los investigadores y la arqueología nos ha facilitado el acceso a una serie de manuscritos de carácter moral, un conjunto de normas de conducta que legaban los padres a los hijos o un maestro a su discípulo, sobre como conducirse en la vida, como aprovechar el tiempo, como aplicar la justicia, el dominio de uno mismo, etc., que no han perdido utilidad con el paso del tiempo. Entre los más conocidos están Las enseñanzas de Ptahhotep, Las Enseñanzas para Kagemni o Las instrucciones para Merikara.
Las enseñanzas de Ptahhotep están recopiladas en varios papiros, siendo el más completo el Papiro Prisse, que actualmente se encuentra en la Biblioteca Nacional de París. Como en otras ocasiones, tras una introducción sobre el Egipto Antiguo, los asistentes leímos una máxima cada uno, hasta completar las 46 que componen el texto.
La lectura de las enseñanzas dejó perlas como las siguientes:
Del arte de ser un jefe respetando la regla
[84] Si eres un líder
[85] controlando el destino de muchos,
[86] busca que todas las acciones [que realices] sean excelentes
[87] para que en tu gobierno no haya injusticia.
[88] La justicia es grande y su eficacia perdura.
[89] No ha sido alterada desde los tiempos de Osiris.
[90] Se castiga a quien transgrede las leyes,
[91] pero esto escapa a la vista del avaricioso.
[92] Es la infamia la que toma las riquezas,
[93] pero nunca antes el mal ha conseguido amarrar su éxito.
[95] Dice: ‘Obtengo para mí mismo’,
[96] pero no dice: ‘Obtengo por mi trabajo’.
[97] Al llegar el final, la justicia perdura
[98] y el hombre tiene que decir: ‘Era del dominio de mi padre’.